Las ventas y el empleo en las empresas se frenan mientras los sueldos siguen disparados

La actividad de las empresas españolas ha comenzado a moderarse en el ecuador de 2023, al menos si nos fijamos en las ventas, que se incrementaron un solo 1,4% en el segundo trimestre, 2,7 puntos porcentuales menos que en el primero. Y esto tuvo un efecto claro en el empleo, cuyo crecimiento se desaceleró en un punto, hasta el 3,3% interanual. Aunque los salarios no se dieron por aludidos y crecieron a un ritmo del 5,7% interanual, apenas una décima menos que hace tres meses. La Agencia Tributaria apunta a que los sueldos mantendrán el mismo ritmo de crecimiento en lo que resta de año, mientras aparecen nubarrones para lo que queda de año.

Las ventas totales pasaron de crecer un 4,1% a un 1,4% en el segundo trimestre, ante todo por la moderación de las destinadas a consumo, cuyo crecimiento se frenó del 5,3% al 1,4%. El año pasado las tasas de crecimiento eran superiores al 10%. Las exploraciones por su parte pasaron de crecer un 5,6% a hacerlo en un 0,6%. Esto se debe a la caída de las ventas a terceros países del 2,9%), la primera en dos años. En este caso, Hacienda también insiste en que “se compara con un crecimiento muy elevado en 2022”.  

Sin embargo, la variación intertrimestral muestra que este frenazo no es solo estadístico: entre el primer y el segundo trimestre del año las ventas registran una caída del 0,7%, que se explica por el desplome del 3,8% de las exportaciones que no pudieron contrarrestar ni el repunte del 2,8% de las importaciones ni el débil incremento en dos décimas de las ventas interiores, que apenas sumaron dos décimas.

Los salarios crecen por encima de la inflación

El número de perceptores de rendimientos del trabajo, es decir, el empleo asalariado creció un 3,3%, aproximadamente un punto por debajo de lo que lo hizo en el primer trimestre. Y, prácticamente, tres veces menos que lo hizo en el mismo periodo de 2022, aunque hay que tener en cuenta que la comparativa de hace año se realizaba sobre un mercado laboral aún fuertemente lastrado por la pandemia. Más preocupante es que en el segundo trimestre el empleo apenas se ha incrementado en una décima, mientras que en el primero lo hizo en un 1,7%. En lo que va de año, el empleo crece un 3,9%, un ritmo muy inferior al 10% de hace un año.

Donde no hay enfriamiento es en los salarios. El rendimiento bruto medio registró una subida del 5,7%, solo una décima menos que en marzo. Como en el trimestre anterior, la Agencia Tributaria lo achaca a la “paulatina incorporación” en las revisiones salariales de las subidas de la inflación, por lo que “no es de esperar que en el resto del año se observen cambios significativos en este aspecto”. Es decir, las subidas interanuales no se moderarán.

De hecho, a pesar de la moderación de la inflación en los últimos meses, los rendimientos medios han crecido un 0,4%, tras dispararse un 2,3% en el primer trimestre. Esto redunda en la idea de que, a pesar del retroceso de las ventas y la moderación del empleo, los salarios no se han visto afectados. Es una evolución que recuerda a la de los sueldos en convenio, que han acelerado la subida en julio hasta el 3,34%, pese a que la inflación se ha moderado al 2,3%.

El hecho de que los datos de la Agencia Tributaria recoja una subida más de dos puntos mayor se explica, en buena parte, porque se trata de estadísticas que se miden de manera diferente, pero puede indicar también que en ella se recogen otro tipo de acuerdos al margen e la negociación colectiva, como los salarios de las nuevas contrataciones y los acuerdos para retener a los trabajadores.

Los datos publicados hoy por la Agencia Tributaria son importantes porque es la primera aproximación sobre la evolución de salarios. Además, ofrece una fotografía amplia dentro del sector privado de las nóminas. Los sueldos preocupan, y mucho, en un contexto inflacionario, ya que pueden revivir las presiones inflacionistas en la economía. A mayores salarios, mayor demanda y mayor subida de precios. Los economistas lo llaman efecto de segunda ronda y es un peligro porque puede provocar una espiral de subidas en los precios.

A los bancos centrales, en particular al BCE, le vienen preocupando desde hace algunos meses la respuesta de los salarios al crecimiento agresivo de los beneficios empresariales. Ahora mismo hay una amenaza real de que los trabajadores, aprovechen el calentamiento del mercado laboral, para recuperar cuanto antes la pérdida de poder adquisitivo del último año.

Ahora mismo la inflación está dando una tregua a la economía y al bolsillo de los ciudadanos. En España, a cierre de julio, se sitúa en el 2,3%. Con los datos en la mano de IPC y salarios de la Agencia Tributaria, los sueldos en el sector privado llevan recuperando poder adquisitivo desde principio de año.

La estadística de la Agencia Tributario, además, revela que el incremento de salarios llega en un momento delicado para las empresas. Los nubarrones amenazan a la economía española y por extensión. Los tambores de parón de la actividad y para el comercio mundial, ya suenan en los primeros indicadores adelantados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *