Una rotación laboral desequilibrada

Una rotación laboral desequilibrada

El mercado laboral español experimenta un fenómeno por completo inaudito. Desde hace años se observa un aumento constante de las personas que renuncian a su puesto de trabajo, pero nunca antes se observó un volumen tan alto de profesionales con contrato indefinido que dimiten.

En el pasado semestre, sumaron más de un millón, un 26% más que en 2022, mientras los ceses de este tipo descienden un 34% en el colectivo donde hasta ahora eran más frecuentes, el propio de los trabajadores temporales.

Se trata de cifras demasiado abultadas para explicarlas de modo simplista, alegando que todo se debe a que ahora hay más indefinidos, porque la reforma laboral de 2021, desincentiva la temporalidad. Pese a sus dimensiones, también sería inexacto asegurar que estamos ante una realidad como la Gran Renuncia de EEUU.

Los indefinidos españoles que dimiten no dejan de trabajar; al contrario, se van debido a que encuentran otros puestos de trabajo en mejores condiciones que los anteriores. Lo que ocurre en nuestro país tiene mucho más que ver con el desajuste entre las demandas de las empresas y la insuficiente oferta de mano de obra con la que se topan. En otras palabras, son miles los trabajadores que, pese a disfrutar de estabilidad laboral, se permiten dimitir porque saben que hay otras empresas que no encuentran personas de su perfil, y están dispuestas a pagarles mucho más por ficharlos.

La rotación laboral no siempre es un síntoma de buena salud del mercado laboral. En un volumen tan alto como el actual, incluso, es un signo de hondo desequilibrio entre la oferta y la demanda de puestos de trabajo, capaz de presionar al alza los salarios muy por encima de las referencias que marca la negociación colectiva.

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