La eólica afronta 3.420 millones en costes para repotenciar los parques en Galicia

La eólica afronta 3.420 millones en costes para repotenciar los parques en Galicia
  • El coste de renovar un parque de 30 MW con 45 aerogeneradores ascendería a 48,45 millones
  • La Xunta obligará a desmantelar 2.888 molinos para instalar nuevos activos en los próximos años
  • Las eólicas piden ayuda al Gobierno para llevar al Constitucional la ley de la Xunta para desmontar molinos

A los promotores eólicos se les va a acumular el trabajo en los próximos años en Galicia. Desde el pasado martes, la normativa que obliga a los parques gallegos de más de 25 años a repotenciar sus instalaciones es una realidad. Esta legislación implica que aquellos activos con más de un cuarto de siglo, independientemente de la estrategia de los desarrolladores, estarán obligados a ser desmontados para sustituir las máquinas antiguas por molinos más modernos. Esto ha levantado ampollas entre las renovables, ya que consideran que esta imposición obliga en muchos casos a precipitar la decisión de repotenciar -y de realizar un importante desembolso-, aunque no sea necesario. No obstante, la normativa ya está en vigor y, pese a la oposición del sector, los promotores deberán ahora afrontar más de 3.420 millones de euros en gastos en los próximos años para cumplir con la normativa gallega, según calcula la Asociación Empresarial Eólica -AEE-.

El 45% de la generación eólica gallega –2.007 megavatios (MW)– deberá acometer las inversiones en los próximos años. Esta es la capacidad generada por parques con más de 20 años, en los que se incluyen 414 MW producidos por activos que ya han cumplido los 25 años de antigüedad. Esto supone que en un lapso de 10 años será necesarios desmantelar 2.888 molinos de viento ubicados en los montes gallegos, instalados a lo largo de 86 parques.

Galicia es la segunda autonomía, por detrás de Aragón, en potencia eólica instalada (el 14% del total nacional). El ránking de empresas presentes en la región lo encabeza Acciona Energía, a la que siguen IberdrolaEnel -propietaria de Endesa-, Naturgy EDPR.

Plan Renove

Por lo general, repotenciar un parque eólico es beneficioso a largo plazo para el desarrollador. Las máquinas de hace dos décadas tienen una potencia inferior a las actuales -que pueden tener hasta diez veces más capacidad-, por lo tanto quien explote los molinos puede obtener un rendimiento mayor de sus activos.

Sin embargo, también es un proceso complejo, largo y que requiere de una importante inversión. Juan Virgilio Márquez, CEO de AEE, afirma que estos son como “trajes a medida” que no dependen de un calendario, si no de la estrategia que quiera tomar quien opere los aerogeneradores. “Los promotores piensan muy bien cuándo activar las repotenciaciones. No son arbitrarias, no son temporales según llegue una fecha. Depende de muchos aspectos. Hay parques con 25 años que están como nuevos, y dentro de esos parques hay aerogeneradores que están como nuevos y otros que han sufrido más. Además, un parque con 25 años puede tener una máquina con unos repuestos de más garantías que un parque con 20, porque el modelo es diferente”, concluye Márquez.

Un traje a medida

Merced a la complejidad de los planes, los promotores renovables escogen con cuidado cuándo llevar a cabo una repotenciación. No obstante, con base en la normativa aprobada el martes por la Xunta, los parques que superen el umbral de edad se verán obligados a llevarlo a cabo, quieran o no.

En este sentido, la AEE explica con un ejemplo cuál puede ser el impacto para un promotor medio que opere 45 aerogeneradores con una capacidad de 30 MW.

El proceso tiene varias etapas, cada una con una serie de costes asociados. En primer lugar, el desmantelamiento de los activos de generación corre a cargo del promotor. AEE calcula que el desmontaje precisaría de una inversión para este parque de 1,2 millones de euros, de los cuales se podrían recuperar 600.000 euros por la venta de los aerogeneradores usados y el reciclado de los componentes.

A ello hay que sumar los ingresos que dejan de percibir los activos entre que se desmontan y vuelven a entrar en operación las nuevas máquinas -un proceso que desde la asociación calculan en tres años-. En este sentido, para un parque que cuente con un acuerdo de compraventa de energía (PPA, por sus siglas en inglés) de 50 euros/MWh, la asociación calcula que se incurre en una pérdida de 10,35 millones de euros en facturación.

Por otro lado, está la inversión asociada a instalar las nuevas máquinas, una actuación que ronda el millón de euros por cada MW instalado, es decir, en caso de que el promotor busque mantener sus 30 MW el gasto sería de 30 millones de euros. Por último, los activos repotenciados deberían volver a pasar por un proceso administrativo de tramitación, que pueden superar o no, y que acarrea unos costes de 250.000 euros por cada MW, calculan.

Con estos mimbres, los costes sumados por todos estos conceptos alcanza los 48,45 millones de euros por 30 MW, lo que extrapolado a los 2.007 MW con los que cuenta Galicia ascienden la factura para los promotores a 3.420 millones de euros en los próximos años.

La eólica pide ayuda al Miteco

Pese al varapalo que ha sufrido el sector, la patronal de las eólicas no da la batalla por perdida y ha pedido ayuda al Ministerio de Transición Ecológica para tumbar la normativa propuesta por el PP de Galicia.

Este miércoles, durante la presentación del Estudio Macroeconómico del Impacto del Sector Eólico en España, Juan Virgilio Márquez aseguró que AEE tratará de buscar el apoyo del departamento que dirige Sara Aagesen para que el Gobierno eleve al Tribunal Constitucional la ley de la Xunta para, eventualmente, hacerla caer. Por su parte, el Ministerio aún no ha respondido a su petición, aseguran.

La nueva regulación prevé la obligación a repotenciar a los parques eólicos de más de 25 años y ofrece facilidades a empresas que firmen acuerdos de compreventa de energía -PPA, por sus siglas en inglés- con empresas gallegas, con una duración mínima del contrato de cinco años.

Según la normativa autonómica, el plazo puede extenderse hasta un límite de 30 años si la vida útil de los aerogeneradores, según los proyectos originales, supera los 25 años de antigüedad.

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