Abertis planea comprar la Autovía del Camino a UBS para crecer en España

Abertis planea comprar la Autovía del Camino a UBS para crecer en España

Abertis ha puesto su punto de mira en el proceso de venta de la concesionaria de la Autovía del Camino, que une Pamplona y Logroño, por parte del fondo de infraestructuras de UBS, que espera ofertas indicativas de los potenciales compradores esta misma semana. 

De acuerdo con fuentes del mercado, la compañía de Mundys y ACS está analizando la operación con la que buscaría reforzar su posición en España tras la reversión de varios de sus mayores activos en los últimos años y tras más de una década sin que se hayan promovido nuevas vías de peaje.

UBS ha contratado para pilotar la desinversión a Rubicon Infrastructure Advisors, como adelantó este diario el pasado 5 de julio. El valor de la transacción se estima en el entorno de los 400 millones de euros, incluyendo deuda –la inversión en capital ascendería al entorno de los 100 millones, según las fuentes consultadas–. El calendario fija la entrega de las ofertas vinculantes a finales de septiembre. Al margen de Abertis, también está calibrando sus opciones Globalvia, la concesionaria que dirige Javier Pérez Fortea ya tuvo bajo su gestión la Autovía del Camino hasta hace 13 años y ahora está interesada en recuperarla, según fuentes conocedoras. Roadis, por su parte, ha descartado participar. La puja ha atraído, asimismo, a varios fondos que estudian presentar sus ofertas.

En el mercado apuntan como seguros a Aberdeen, Bestinver y Vauban, mientras que otros como DIF o Meridiam sopesan hacerlo. Aberdeen y Bestinver podrían replicar una alianza como la que han forjado recientemente para comprar a Copasa y Espina una carretera en Uruguay o la que gestaron el pasado año para pujar por Ausur, operador de la autopista de peaje AP-7 Alicante-Cartagena, aunque posteriormente la deshicieron. La gestora de Acciona también ha unido fuerzas para comprar activos en los últimos años con Meridiam y DIF.

La Autovía del Camino-A-12, de 72 kilómetros de longitud, une Navarra con el Alto Valle del Ebro. Con un área de influencia directa que recoge a 144 localidades entre Pamplona y Logroño, beneficia directamente a una población total de 480.000 habitantes. Se trata de una concesión del Gobierno de Navarra bajo el modelo de peaje en sombra, que implica que la empresa construye y financia la carretera y la Administración paga un canon anual en función del tráfico y la disponibilidad. La concesión se adjudicó por un periodo de 30 años, de manera que aún tiene una vida de nueve años –hasta 2032–.

No es, por tanto, un activo que cumpla las condiciones habituales que busca Abertis, focalizada en autopistas de peaje directo. Sin embargo, la concesionaria que dirige José Aljaro tiene interés en reforzar su posición en España, otrora su primer mercado y que hoy apenas ocupa el quinto puesto –por detrás de Francia, Chile, México y Brasil–. Un retroceso derivado del final de los contratos de concesión de varios tramos de las autopistas estatales AP-7, AP-4 y AP-2 y de varias de titularidad de la Generalitat de Cataluña. Y previsiblemente el adelgazamiento del que aún hoy es el primer operador de vías de pago en España tendrá continuidad en 2026 cuando vence la AP-68.

Escasas oportunidades

Descartada, al menos por ahora, la relicitación de las radiales y otras autopistas de pago que quebraron y fueron asumidas por el Estado –a través de Seittsa–, las oportunidades de crecimiento para Abertis en el territorio español son exiguas. El mercado secundario es prácticamente inexistente. La última operación de control que salió a la luz fue, el pasado año, la de Ausur. Pralesa y Grupo Fuertes la pusieron a la venta y Abertis estudió el proceso, aunque no presentó oferta. Sí lo hicieron, por separado, DIF y Bestinver, que finalmente unieron fuerzas pero su propuesta quedó por debajo de las expectativas económicas de los vendedores y la operación se canceló. En paralelo, la licitación de nuevas autopistas bajo esquemas concesionales está parado desde comienzos del presente siglo.

El fondo de infraestructuras de UBS ha puesto ahora a la venta la Autovía del Camino seis años después de adquirirlo. La concesión de la carretera, denominada así por compartir trazado con el Camino de Santiago a su paso por Navarra, se remonta a 2002, cuando el Ejecutivo navarro adjudicó el proyecto a Corporación CAN (48%), FCC Construcción (40%), y Navarra de Empresas de Construcción (NEC), con el 12%. Con posterioridad también han sido accionistas de referencia Globalvia, primero, y Deutsche Bank, después.

El banco suizo, a través de UBS International Infrastructure Fund II, adquirió en mayo de 2017 el 100% de la concesión a RREEF Pan-European Infrastructure Fund (Infrastructure Panther 1 B.V.), un vehículo de Deutsche Bank, por unos 450 millones de euros. En esta cantidad se incluía una deuda cercana a los 300 millones.

La Autovía del Camino registró un crecimiento del tráfico del 4,21% en 2022, de modo que la cifra de negocio de la concesionaria se elevó un 7,8%, hasta los 49,45 millones de euros (45,85 millones en 2021). Supera también los 45,4 millones de 2019, antes del Covid-19. La compañía ha recibido recientemente una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) en la que avala la decisión del Ejecutivo navarro de no indemnizarla por la caída del tráfico durante la pandemia.

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