La economía americana respalda más alzas de tipos de la Fed
La Reserva Federal estadounidense se encuentra en una encrucijada. En los últimos meses el rumbo de la política monetaria en Estados Unidos ha sido claro, un proceso de subidas constantes en el precio del dinero, hasta alcanzar los niveles actuales, el 5,5%, en el tipo de interés de referencia. Sin embargo, en este punto se ha producido una divergencia entre las expectativas de los inversores para los tipos de interés y el mensaje de la Reserva Federal.
Esto es lo que indican, al menos, los futuros sobre los tipos de interés en Estados Unidos que recoge Bloomberg; según estos datos, ya no va a haber más aumentos de tipos en el país en este ciclo. El próximo cambio en este sentido se producirá en la reunión de marzo de 2024, y será un recorte de tipos de 25 puntos básicos, y no una subida.
El problema es que no sólo los propios miembros de la Fed contemplan otra subida más de tipos este año; hay datos macroeconómicos, e indicadores del mercado, que también apuntan en este sentido.
Argumentos para las subidas
Las ventas de deuda soberana estadounidense que se han producido en las últimas jornadas han llevado al bono a 10 años a superar el 4% de rentabilidad a vencimiento, algo que no ocurría desde marzo de este año, y el incremento de las rentabilidades encaja con un escenario en el que la Fed siga subiendo tipos en próximas reuniones.
Al margen de lo que puedan estar descontando los bonos, hay un elemento principal que será la clave para la decisión que tome la Fed en los próximos meses: la inflación. Las expectativas de inflación de largo plazo no están dando buenas señales: no sólo no están dando señales de relajación, sino que, desde que comenzó el verano, han encarado una senda alcista que las ha llevado a superar el 2,7%, muy por encima del objetivo de inflación del organismo, el 2%.
Este es uno de los indicadores más importantes que vigilan los bancos centrales para tratar de anticipar las tasas de inflación del futuro, y en este caso presiona a la Fed a seguir endureciendo su política monetaria para poder cumplir con su mandato.
Las expectativas de inflación de largo plazo siguen subiendo y ya alcanzan el 2,7%
“Percibimos unas cierta complacencia en los mercados. El último tramo hacia los objetivos de inflación puede ser el más complicado. O la economía estadounidense se ralentiza por fin [lo que supondría más presión a la baja para las tasas de inflación], o la Reserva Federal tendrá que morder el anzuelo”, explica Thomas Hempell, responsable de investigación macro y de mercado de Generali Investments. En este sentido, los estímulos del gobierno estadounidense presionarán a la Fed de cara a otra subida de tipos en este ciclo. “La política fiscal expansiva de EEUU dificulta la tarea”, indica Hempell.
Un mercado laboral mixto
La fortaleza del mercado laboral en Estados Unidos es ahora una de las claves de cara a intentar anticipar qué puede ocurrir con la inflación en el futuro. Mientras la tasa de desempleo se mantenga baja, como ocurre en la actualidad, en el 3,57% que se publicó la semana pasada, el entorno de mínimos históricos para la economía estadounidense, la inflación tendrá problemas para remitir.